Estudio realizado por la Dirección de Vínculo con el Medio, aporta una nueva mirada sobre cómo las casas de estudio deben afrontar el nuevo panorama.

Gracias al Fondo Chile de Todas y Todos del Ministerio de Desarrollo Social, la Universidad Academia de Humanismo Cristiano desarrolló el libro “Desafíos del sistema universitario en Chile en torno a la inclusión social”, liderado por la Dirección de Vínculo con el Medio de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

El  proyecto tenía como objetivo sistematizar las prácticas, modelos de intervención, y formas de trabajo colaborativo y participativo en torno a la inclusión social desarrollado por la Universidad durante los últimos tres años, este libro, como complemento, tiene como propósito aportar con marcos conceptuales al trabajo de sistematización de experiencias de intervención social inclusiva, para lo cual diversos autores abren discusiones en torno a las tensiones que emergen frente a nuevas exigencias sociales, políticas, económicas y culturales.

Así se tratan los desafíos del proceso de inclusión en el marco de la globalización, en torno a la intervención social pública y respecto del sistema universitario en Chile, con una aproximación teórica y también práctica a través de una revisión de la experiencia comunitaria en el barrio Balmaceda.

“Es un texto transversal. El libro refleja como desafío volver a mirar y transformar la universidad en general. La institución universitaria no es lo que era hace 30 años porque se pasó al lado de la productividad y se privatizó el conocimiento”, mencionó el académico Andrés Durán,

“Hay que darle una vuelta a estos conceptos. Integrar es adaptar al sujeto a los colectivos ya existentes, mientras que la inclusión es generar las condiciones para pertenecer dignamente a la sociedad”, analizó.

En ese sentido, el texto incluye el trabajo que se viene realizando hace más de tres años en el Barrio Balmaceda a través del Programa MITIN (Modelo de Intervención Territorial Interdisciplinario), donde estudiantes de distintas áreas aunaron conocimientos para llevar a cabo la intervención territorial.

“No todos entendíamos lo mismo cuando hablábamos de un tema pese a venir de la misma universidad, pero tras ocho meses logramos ponernos de acuerdo. Y tras esta experiencia puedo concluir que no es necesario esperar la práctica profesional para que los estudiantes se vinculen con el territorio. No es necesario esperar a tener profesionales titulados para incidir en el territorio”, comentó Durán.

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